Lunes 29 de diciembre. 2008
Hoy es el aniversario de la masacre de Wounded Knee, que tuvo lugar en South Dakota, Estado Unidos, en 1891. Veintidós años antes, las tribus locales habían firmado un tratado con el gobierno de los Estados Unidos que garantizaba los derechos sobre Black Hills, tierra sagrada para las tribus. Pero en la década de 1870 se descubrieron yacimientos de oro y el tratado fue roto.
La tribu Sioux fue forzada a ir a una reserva con la promesa de recibir más comida y soporte en general, los cuales nunca llegaron. Entonces, en 1889 un profeta llamado Wovoka, de la tribu Pauite, de Nevada, tuvo la visión de una ceremonia que renovaría la tierra, el retorno del búfalo y provocaría la desaparición del hombre blanco de sus tierras. Esta ceremonia se llamaba La Danza de los Espíritus. La danza asustó a los agentes del orden y se trasladaron para arrestar al jefe Búfalo Sentado, quien fue asesinado en el intento.
Otro de los jefes indios en que los agentes se enfocaron fue el medio-hermano de Búfalo Sentado, el jefe Pie Grande, quien condujo a su gente a la reserva de las montañas Pino, buscando estar a salvo. Pero era invierno, había una temperatura de tres grados centígrados bajo cero y el jefe enfermó de neumonía.
Pie Grande estaba enfermo, izaba una bandera blanca y era uno de los jefes que había renunciado a la Danza de los Espíritus, pero el ejército no tuvo distinción. La gente de Pie Grande fue interceptada por los agentes y obligados a ir al campamento en las orillas del rio Wounded Knee.
A la mañana siguiente el ejército federal comenzó a confiscar sus armas y hubo una refriega entre un soldado y un indio. Los agentes federales abrieron fuego matando alrededor de trescientas personas; hombres, mujeres y niños, incluyendo Pie Grande.
Uno de los sobrevivientes fue el curandero Alce Negro, quien contó la historia a John Neihardt y fue publicada en 1932 bajo el título, Black Elk Speaks.
Traducción libre y sin permiso por J. Aguilar, tomada de Prairie Home Productions y American Public Media. Si hay que quitarlo, se quita.
martes, 30 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario